Las bolsas de la aspiradora retienen el polvo y la suciedad gracias a su capacidad de filtración. Es necesario cambiar con cierta frecuencia las bolsas para evitar averías en el motor y en la aspiradora.
Generalmente*:
- Aunque no vea que la bolsa esté llena, debe cambiarse cuando exista una disminución del fujo de aspirado, esto indica que el polvo a cubierto las paredes de la bolsa.
- Si no se usa el aspirador con mucha asiduidad las bolsas pueden empezar a producir olores, cámbielas, cómo máximo, cada 20 días para evitar que los ácaros vuelvan al aire de su hogar.
Si las bolsas se aguantan demasiado tiempo, el flujo de aspiración puede verse reducido, produciendo un calor excesivo del motor, o provocando que la suciedad, polvo y ácaros atraviesen todo el circuito de aire y vuelva al interior del hogar.
*A no ser que el fabricante recomiende explícitamente un plazo inferior.